Psicología Integral-Transpersonal

La Psicología Transpersonal nos prepara para (re) des-cubrir que no estamos separados del resto de las formas vivas y nos re-ubica para comprender nuestra posición en el Universo, en la Gran Cadena del Ser. Intenta estudiar psicológicamente aquellas experiencias en donde la sensación de identidad se extiende más allá (trans) de lo que clásicamente podríamos definir como el Reino de lo Personal. Es decir, que podemos llegar a identificarnos con aquellos aspectos de la Vida, del Psiquismo, de la Humanidad o del Cosmos (sea en lo micro o macro) que eran vividos como ajenos al individuo, por ende improbable de experimentar concientemente. La investigación transpersonal favorece una aproximación interdisciplinaria e integral de los distintos niveles del SER, tratando de incluir e integrar a las Ciencias, las Filosofías, y las Disciplinas Espirituales y Religiosas en una visión abarcante y holística de las múltiples dimensiones de la naturaleza y de la experiencia humana. Podríamos postular que adopta una forma de adquirir el conocimiento (epistemología) pragmática y trans-racional. Surge a mediados del siglo XX, diferenciándose de la Psicologia Humanista. Ésta se dedicó a completar una visión sólo limitada a la enfermedad (como lo habían investigado las dos grandes fuerzas preexistentes en psicología: el Psicoanálisis y el Conductismo), tratando de ahondar en las posibilidades más elevadas del ser humano. Uno de los descubrimientos más importantes radicó en la observación que algunas personas, muchas veces excepcionalmente sanas, podían tener experiencias "cumbres" (o místicas, unitivas, espirituales, etc), es decir, manifestaciones vivenciales espontáneas beatíficas plenas de sentido en las que el sujeto expandía su sensación de identidad y se sentía unido a todo el Universo o a la Conciencia Divina.
Paralelo a este fenómeno en la Psicología, estaban ocurriendo profundas transformaciones culturales en los años 60 del siglo pasado: emergia con fuerza el surrealismo, la física cuántica estaba más cercana al misticismo que a la Ciencia dura en sus descubrimientos, se empezaba a experimentar con psicodélicos naturales y de laboratorio en un número significativo de personas, paralelo a ello hubo un auge de disciplinas meditativas traídas por Maestros espirituales venidos de Oriente o Medio Oriente y de chamanes sud o centroamericanos a EE UU o Europa, surgiendo así el movimiento de potencial humano que exhortaba a buscar la dicha yendo hacia dentro de sí como han relatado los grandes maestros espirituales y santos, sabios místicos y, más aún, todos los Profetas en todos los Libros Sagrados de la Humanidad. En ese marco se cuestionaba y empezaba a quebrar el sueño materialista que implicaba un ideal de felicidad y éxito, ya sea, en la adquisición de posesiones externas o en la búsqueda de placeres diversos.
En síntesis, llamo Psicología Transpersonal e Integral a mi enfoque, para que quede bien claro el marco paradigmático donde se sustenta, y que suele perderse, confundirse, e incluso, peyorativizarse si es que sólo la nombráramos Psicología Transpersonal a secas. Es una manera de comprender la Ciencia del Alma o Psicología Trans-personal, como holística (que viene de holos, Unidad o Totalidad) e Integral. Sobre todo porque es inclusiva, al resolver la aparente contradicción entre las principales corrientes o escuelas psicológicas (psicología freudiana, conductista, existencial, humanista, sistémica, cognitiva, junguiana y, psicologías o sistemas orientales) sugiriendo, ubicando y encuadrándolas como dimensiones complementarias de los diferentes estratos de la experiencia y psique humana.
La Psicología Integral – Transpersonal remite a por lo menos dos rasgos diferenciales con la Psicología Humanista. Uno es el re-descubrimiento (clínico) de que la espiritualidad o lo sagrado es un elemento inherente e imprescindible de la psique humana, es un soporte que al todo lo contiene, por ende, sin ello, no se puede plantear eficazmente una resolución definitiva o el sentido profundo de los síntomas; y, menos aún, de una búsqueda de autoconocimiento y posterior logro de la dicha, la bienaventuranza o la paz en esta vida. Sino fuera así nos conformaríamos, en el mejor de los casos, en aliviar el síntoma neurótico, y en el peor, derivar al paciente a un psiquiatra biológico para que lo medique. Y el otro punto intrínseco en el anterior, reside en la aplicación de Tecnologías de lo Sagrado (como la Respiración Holotrópica) para el abordaje, trabajo y elaboración vivencial de los síntomas, psicopatologías y/o enfermedades psicosomáticas mediante Estados No Ordinarios de Conciencia (ENOCs).